jueves, 27 de septiembre de 2012

Calidad: ¿una palabra ligada a nociones como valor, juicio, evaluación, valoración, referencia, comparación?

La voz de la autoridad en la materia. Una primera conclusión

Compararemos varias lecturas de investigadores del área de la calidad de la educación pero que se refieren al concepto de calidad en términos generales. Pero veamos primero lo que el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) nos aprende al respecto. Leonardo Vidal Araya (2007) se queda con las definiciones siguientes:

"En el idioma español se define la calidad como la "propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor" (DRAE, 2001) o "propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa que permiten juzgarla como igual, mejor o peor que las restantes de su especie" (DRAE, 1992)."

Su conclusión:

"Por lo tanto, la definición de [lo que se entiende por] calidad consiste en las propiedades, atributos o cualidades esenciales o inherentes a algo. Propiedades que permiten evaluar su valor, en otras palabras, evaluar ese algo. De modo que el concepto de calidad aparece estrechamente ligado a la noción de evaluación."

en "Aproximación deconstructiva a la noción de Calidad de la Educación en el contexto latinoamericano", en Revista Iberoamericana de Educación [versión digital] (OEI), No. 44/4 (10 de noviembre 2007).


Más lecturas, desde una perspectiva etimológica

En el capítulo introductorio de su tesis de maestría (2004), S.E. Amador Pérez se acoge a la etimología de la palabra calidad para concluir con Benavides (1998) que la calidad es un "ser-en-otro":

"Retomando la etimología general del vocablo calidad como cualidad, podemos entender por qué es tan difícil definir calidad, ya que calidad no es un objeto, no es un ser, sino un atributo que se define siempre en relación a otro, a un elemento que nos sirve de parámetro para darle un significado. Calidad es un atributo del ser en relación (Benavides, 1998), [quien] afirma que la calidad no es un "ser-en-sí" sino un "ser-en-otro", y de ahí la dificultad de conceptualizarla en sí misma, porque la calidad siempre implica referencia a otro. Edwards (1991) nos dice que el concepto de calidad es tan ambiguo y confuso que incluso ha llegado a ser un concepto vacío." S.E. Amador Pérez, “Cap. 1: Calidad de la Educación y Tecnología" de su tesis de Maestría de Calidad en Educación. México, UDLAP, 2004, págs. 15-16

"Cap. 1: Calidad de la Educación y Tecnología", en La Representación Social de la Tecnología en Mujeres Rurales : Los Procesos Sociocognitivos como Fundamento de la Relevancia Social, Tesis de maestría, México, UDLAP, 2004, págs. 15-16.

Según Lorena Valdebenito (2011), considerando el término calidad desde la misma perspectiva (etimológica, que no filosófica), éste está ligado a un aspecto axiológico ("bueno", "malo", "mejor", "peor"), o sea sirve para atribuir un valor, emitir un juicio mediante una comparación, sirviéndose de un punto de referencia:

"Desde una concepción etimológica, el significado de la palabra calidad está vinculado, en cierto modo, a un elemento referencial de una determinada cosa, en cuyo significado se perciben matices que se vislumbran en categorías de extremos y medios, por lo que es posible emitir juicios de valor y en este sentido vemos que dicho término se encuentra ligado a un aspecto axiológico.

[...] cabe hacer una distinción en cuanto a la dimensión semántica que se encuentra en esta palabra y la utilización de ésta en los contextos en que se emplee.

Desde la filosofía, refiere a una categoría y predicado de algo, mientras que desde el punto de vista etimológico se enfatiza, como hemos señalado, en un aspecto axiológico (bueno, malo, regular) para atribuir a una cosa u objeto un valor.

Por lo que la calidad puede aplicarse a cualquier contexto en que se desee hacer un juicio o establecer una comparación entre dos o más cosas.”

“La calidad de la educación en Chile: ¿un problema de concepto y praxis? Revisión del concepto calidad ...”, en CISMA. Revista del Centro Telúrico de Investigaciones Teóricas, Año 1, Nº 1 “El movimiento estudiantil en Chile” (2º semestre 2011), págs. 1-25, cita pág. 3.

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